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Registro de la Propiedad Intelectual de Barcelona
Número: 02/2004/6728
TEORÍA DE LA MIRADA NO COMPETITIVA
(PSICOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL)
HIPÓTESIS
A través de la vía:
Ojo Dominante
➜ Nervio Óptico ➜ Corteza Visual ➜ Módulo Cognitivo
La dominancia se transmite y procesa de forma instintiva y no consciente, por lo que
mirar directamente al ojo no dominante evita en gran medida la lucha que se establece por la jerarquía a
través de la mirada; lo que supondrá una mejora de las relaciones interpersonales.
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Vías a través de las cuales se transmite y procesa la dominancia:
✧ En diestros: Ojo Derecho ➜ Nervio Optico (por Quiasma Optico) ➜ Corteza Visual ➜ Módulo Cognitivo
✧ En zurdos: Ojo Izquierdo ➜ Nervio Optico ➜ Corteza Visual ➜ Módulo Cognitivo
✧ En ambidiestros: Por cualquiera de las dos vías, en función de la dominancia hemisférica
POR QUÉ
Expresiones faciales, gestos y otros elementos del comportamiento expresivo de los
animales (ligados a la comunicación visual) están diferenciados, graduados de forma precisa, y muestran
elevada variabilidad, lo que les permite expresar con gestos el orden jerárquico que ocupa el animal con
respecto a cada oponente. Reducciones limitadoras de la expresión facial (y del comportamiento expresivo
global) originan problemas en la comunicación social..
Tal gradación de expresiones faciales (y del lenguaje
corporal en su conjunto)
se complementa, evidentemente, con el sistema de comunicación gradual sonoro.
La comunicación visual se manifiesta pues como fundamental a la hora de procesar
todos estos estímulos, aunque más allá de esa función, juega por sí misma una papel capital a la hora de
establecer una jerarquía por dominancia. Este fenómeno es observable en muchas especies animales, sobre todo en los mamíferos más evolucionados
y particularmente en el orden de los primates, el gorila sería el caso paradigmático. Mantener la mirada fija en un congénere puede
considerarse un desafío y desencadenar una respuesta agresiva inmediata.
De la misma forma, en la especie humana, no parece arriesgado aventurar que a través
del contacto ocular se establece una lucha por el poder y la dominancia, si bien de forma instintiva
(automática e inevitable si no se elude el contacto ocular), e inconsciente (en la mayoría de los casos).
Gall (1758-1828), fue famoso por su Teoría general de la Localización Cerebral,
conocida actualmente como Frenología. Ella consiste en el estudio de la correlación entre las características
de la superficie del cráneo y las facultades de la persona.
Broca (1861), en sus estudios sobre la afasia, fue el primero en demostrar la existencia de una correspondencia entre
una función superior, el lenguaje, y una zona específica de la corteza cerebral en el hemisferio izquierdo,
iniciándose una nueva doctrina científica de investigación en la que se adoptó una tendencia de estudio mucho
más metódica y estructurada.
No
obstante, las teorías localizacionistas han sido fuertemente contestadas por quienes mantienen una visión más
holística del funcionamiento cerebral. Las investigaciones acerca de la estructura cerebral y sus conexiones
nerviosas, permitieron reconocer la existencia de relaciones entre áreas distantes del sistema nervioso central
involucradas en una misma función.
Actualmente, la Neuropsicología Cognitiva acepta como uno de sus supuestos la existencia de distintos
componentes o módulos, teniendo cada uno de ellos una función determinada y concreta. Un módulo sería un
componente del sistema cognitivo con unas características específicas para cada dominio, y autónomo a nivel
computacional, en el sentido de que lleva a cabo su tarea sin ningún tipo de influencia de otros componentes que
estén a un nivel superior y determinado de forma innata.
Cada hemisferio por separado tiene sus puntos débiles y fuertes respecto a una tarea específica. Parece ser que nuestro encéfalo consta de un hemisferio izquierdo, con capacidad intelectual, racional, verbal y razonamiento analítico; y un hemisferio derecho con capacidades de discriminación sensorial, emocional, no verbal y razonamiento intuitivo. Si bien, a pesar de las sorprendentes diferencias en las capacidades de los hemisferios aislados, cuando están interconectados parecen ayudarse uno a otro en diversas tareas, tanto verbales como no verbales.
Las Habilidades Sociales involucradas en el procesamiento de la dominancia a través del contacto ocular se encontrarían localizadas en uno de los hemisferios cerebrales. Estas habilidades, en un porcentaje muy significativo de la población se encuentran lateralizadas en el hemisferio izquierdo.
Ya que son las especies más evolucionadas las que manifiestan este tipo de comportamiento y que todas ellas presentan como característica un córtex prefrontal más desarrollado, esa parece ser la zona más lógica en la que se ubique el módulo cognitivo de procesamiento de la dominancia asociada al contacto ocular.
En este Módulo Cognitivo también se procesarían los estímulos no verbales de carácter comunicacional, tales como gestos, posturas, expresiones faciales... Todos ellos son potenciales transmisores de dominancia, si bien la mirada parece serlo de una forma más atávica y exaltada.
El control de la mayoría de las formas de conducta aprendidas por el hombre recae preferentemente en uno de los hemisferios cerebrales. Alrededor del 90% de los adultos usan más hábilmente la mano derecha. Así pues, en los diestros el hemisferio cerebral dominante es el izquierdo, pues son los centros motores de este lado los que controlan el movimiento de la mano derecha; en tanto que se considera que en los zurdos el hemisferio derecho es dominante, para los movimientos de más precisión y habilidades de la mano.
Como se ha comentado, la gran mayoría de la población es diestra homogénea. La lateralidad homogénea dominante se entiende como idéntica en los tres niveles siguientes:
✧ El ojo dominante es el que permanece abierto cuando se guiña un ojo.
✧ La mano dominante queda arriba si pedimos que se coloquen los puños cerrados uno sobre otro.
✧ El pie dominante es el que se escoge para saltar "a la pata coja".
La dominancia ocular se define generalmente como una preferencia por el uso de uno de los ojos
frente al otro para una determinada tarea. Por otra parte, sería imposible relacionar la dominancia ocular con la dominancia cerebral cuando consideramos la semidecusación quiasmática,
ya que la información de cada uno de los ojos se proyecta sobre los dos hemisferios cerebrales. Debido a esta característica, es más correcto hablar de dominancia en función de la tarea o capacidad específica y de su localización en la corteza cerebral.
MÁS ALLÁ DE LA HIPÓTESIS
✧ Dadas las características descritas de lateralidad y dominancia entre la población,
la técnica apropiada es la de mirar al ojo izquierdo (no dominante) de las personas diestras,
y al ojo derecho (no dominante) de las personas zurdas.
✧ El efecto positivo es mucho más evidente en individuos
dominantes y/o resistentes a la dominancia. También lo es, si bien en menor porcentaje,
en individuos tímidos o con dificultades para las relaciones sociales (la presencia o
no de rasgos dominantes explicaría la variabilidad en cuanto a la eficacia de la técnica
en estos tipos de población).
✧ Dos rasgos de dominancia, o dos dimensiones del mismo rasgo están
implicadas: dominancia, y resistencia a la dominancia; y no correlacionan.
✧ Si bien sería suficiente con evitar el contacto ocular para
disipar el "juego de poder", al considerarse que mantener el contacto ocular es una prueba de sinceridad,
autoconfianza y credibilidad, el empleo de la técnica propuesta revertiría, consecuentemente, en la mejora
postulada de las relaciones interpersonales.
✧ En nuestra sociedad la jerarquía se establece, o pretende establecerse,
en función de parámetros tales como: inteligencia, cultura, creatividad, capacidad de trabajo, etc.
La “dominancia biológica” en general, y en particular la expresada a través del contacto ocular,
puede jugar un papel anacrónico y perturbador, por lo que su control o limitación redunda en una mayor
calidad de las relaciones interpersonales y facilita un proceso de jerarquización más armonioso en función
de los parámetros mencionados.
✧ La mejora de las relaciones interpersonales se produce tanto
en el caso de establecer nuevas relaciones, como en el de las ya establecidas.
✧ En el caso de ambidiestros el empleo de la técnica no producirá
ningún efecto hasta que el observador averigüe que hemisferio ejerce la dominancia ocular en el sujeto observado.
La experiencia lo convierte en un rápido proceso.
✧ Se observa plena coincidencia entre ojo dominante y
mano dominante, no habiéndose observado casos desde la experiencia que contradigan este aserto.
✧ Dos importantes cuestiones debieran plantearse futuros estudios al respecto
de esta teoría. La primera confirmar, mediante Técnicas de Neuroimagen
(Tomografía por Emisión de Positrones sería la más apropiada) la presencia de actividad
neuronal ante situaciones experimentales de mantenimiento del contacto ocular. La segunda confirmar,
mediante el diseño de alguna encuesta o escala para el “antes” y el
“después” de la implementación de la técnica con el fin de conocer el efecto positivo, si lo hubiere,
en las relaciones interpersonales. Obviamente, los rasgos de personalidad de dominancia
y de resistencia a la dominancia deben jugar un rol fundamental en el diseño experimental.
psicólogo & psicoterapeuta
Universitat de Barcelona Reg Num 0401742
U.N.E.D. Reg Num 143570
Cómo mencionar este trabajo: libre mención o reproducción en trabajos de carácter científico
Nota: Las variaciones observadas
en el texto con respecto al original son de carácter meramente semántico o explicativo y no afectan ni modifican en
ningún caso el contenido ciéntíico de la teoría